lunes, 14 de mayo de 2012

FIN DE LA LIGA


FIN DE LA LIGA


Clasificación

Pos.
Equipos
PTOS
PJ
G
E
P
GF
GC
1
R.Madrid
100
38
32
4
2
121
32
2
Barcelona
91
38
28
7
3
114
29
3
Valencia
61
38
17
10
11
59
44
4
Málaga
58
38
17
7
14
54
53
5
At.Madrid
56
38
15
11
12
53
46
6
Levante
55
38
16
7
15
54
50
7
Osasuna
54
38
13
15
10
44
61
8
Mallorca
52
38
14
10
14
42
46
9
Sevilla
50
38
13
11
14
48
47
10
Athletic
49
38
12
13
13
49
52
11
Getafe
47
38
12
11
15
40
51
12
R.Sociedad
47
38
12
11
15
46
52
13
Betis
47
38
13
8
17
47
56
14
Espanyol
46
38
12
10
16
46
56
15
Rayo V.
43
38
13
4
21
53
73
16
Zaragoza
43
38
12
7
19
36
61
17
Granada C.F
42
38
12
6
20
35
56
18
Villarreal
41
38
9
14
15
39
53
19
Sporting
37
38
10
7
21
42
69
20
Racing
27
38
4
15
19
28
63


El equipo blanco golea al Mallorca jugando con una buena actitud y consigue llegar 
a los cien puntos en la Liga
Se podrá decir lo que se quiera del Madrid, pero tiene un mérito tremendo. Todo ganado, toda la gloria en la mochila, con escasos objetivos por conseguir y, sin embargo, salen y se comen los postes, la hierba, el balón y, de camino, que pasaba por allí el pobre, al Mallorca. Uno de esos partidos que daba pereza hasta solo pensar en él y, sin embargo, el Real Madrid salió a por el encuentro como si le fuera la vida en ello. Ese tono competitivo sí que es marca, y mérito de Mou, que otra cosa no tendrá (que sí), pero mantiene a los suyos con la mente atenta hasta cuando duermen en vacaciones
Así que a los isleños todo le vino grande, sobre todo el rival, que se le echó encima y en cuatro minutos de inspiración divina ya le había hecho dos goles y había dejado el partido para lo que en realidad era desde el principio: noventa minutos de la basura, que se dice con cierto término despectivo cuando en realidad no lo es, que los mallorquines también tienen su corazoncito europeo.
A partir del dos a cero, el choque perdió garra, frescura y tono muscular, que una cosa es ir como fieras a por el encuentro y otra tenerlo en las garras e ir machacando al contrario como si te debiera dinero. Así que el Madrid bajó el pistón y el Mallorca apenas lo subió, vaya a que los blancos se enfadaran y le metieran otros dos guantazos de consideración.

En estas condiciones, cuando unos están mirándose el ombligo y los otros también, es cuando los buenos, los buenos de verdad, ven que es la suya, el momento de sacar brillo a la varita, a las botas lustre y al talento su máximo esplendor. Así que en las mismas llegó Mesut Ozil, que son palabras mayores. Marcó el tercero con una media vaselina espléndida, plena de calidad y luego respondió a otro buen gol de Castro con un empalme con su pierna menos mala, la derecha, que ajustó el cuero al palo contrario como quien cose, con una naturalidad inaudita.

El partido era un zombi, engañosamente vivo y engañosamente muerto, entre dos tierras, que ni se sabía si iba o venía, con la gente intentando brillar lo más posible por su cuenta y con muy pocas gotas de juego colectivo, que esta vez no venía a cuento.
El Madrid se quedó para lo que había venido: para buscar a CR y que así se pudiera acercar a Messi en la tabla de goleadores, pero ya se sabe que esto es como los ligues: cuanto más buscas menos encuentras, y cuando más pasas del asunto femenino es cuando ellas te encuentran a ti. Pues bien, esta vez CR encontró poca puerta y la puerta tampoco le miró a él.